ARTES PLÁSTICAS
El Duarte de Urdaneta
Se dicho que el orden, la claridad y la razón del arte griego y romano resultaron atractivos en la época de la ilustración francesa.
Articulo tomado del Diario CLAVE DIGITAL
Escrito por CUQUITO PEÑA
Al arqueólogo Johann Winckemann se debe el estudio analítico de la historia del arte. Este investigador del siglo XVIII se propuso estudiar la historia del arte de la antigüedad. Wuickeman también es conocido por sus estudios del arte Neoclásico. Movimiento que se caracteriza por el deseo de recrear el espíritu heroico y las formas decorativas que se desarrollaron en la antigüedad clásica.
Se dicho que el orden, la claridad y la razón del arte griego y romano resultaron atractivos en la época de la ilustración francesa.
Son estas exigencias estilísticas las que ordenan el retrato de Duarte pintado por Abelardo Rodríguez Urdaneta.
La importancia de este retrato no es por el interés del gran público puesto que dicha obra no es conocida popularmente, no obstante la difusión de la copia litográfica que desde hace un tiempo circula en el país.
Las ideas del siglo XVIII que aparecieron en Europa fueron llevadas al resto del mundo mientras allá se rescataban los ideales de la vieja roma republicana. Todo el arte, pero principalmente la arquitectura y la pintura fue afectado por aquel desarrollo de las ideas del momento. Temas que resultaban aleccionadores sobre las virtudes ciudadanas, como el sacrificio por la patria fue tratado entonces en el arte de la pintura.
El pintor Jaques Louis David, es una de las figuras centrales del Neoclacisismo. David, considerado como el representante de la reacción contra la frivolidad del Rococó, su subordinación del color al dibujo, la sobriedad del lenguaje prescindiendo de todo lo que no es relevante se ajustaron a la nueva severidad en el gusto de la época. David fue llamado el pintor de la revolución.
El ejemplo mas claro de esta concepción del arte es la obra titulada “El Juramento de los Horacios” la que fue considerada en su momento como la obra más perfecta pintada en todo el siglo. Hoy se encuentra como cualquier otra pintura en una de las salas del museo del Louvre.
Pero las consecuencias de las influencias de aquellas ideas revolucionarias de la lejana Francia de entonces pudieron llegarle a Urdaneta aunque de manera tardía.
Es posible que la influencia recibida por el pintor y el gusto estético que le marcara entonces, se debiera a lo que seguramente él consideraba la moda del momento. Esta era una expresión de nuestra sociedad de entonces, un siglo después.
No debemos olvidar que nos independizamos de la antigua colonia francesa.
El análisis icnográfico del retrato de Duarte pintado por Abelardo le corresponde a los especialistas en la materia. Sin embargo vale la pena anotar la frase de un escritor español interesado en las cosas del arte que se refiere a los retratos neoclásicos.
¨¨La característica común a todos ellos es el protagonismo de una línea nítida y pura que describe volúmenes perfectos y formas muy delimitadas¨¨.
Esto se aprecia en retrato citado. Aunque también observamos la cruz formada por la luz que desde la parte superior del cuadro desciende y una luz artificial que en sentido horizontal atraviesa intencionalmente la composición.
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