lunes, 10 de noviembre de 2008

YA ES TIEMPO DE DIGNIFICAR LAS FECHAS PATRIAS EN R.D.

SANTO DOMINGO (R.Domincana).- La Iglesia Católica insistió este domingo en la necesidad de separar las fiestas patrias y religiosas de las carnavalescas, toda vez que estas últimas irrespetan a las primeras.



La reiteración fue hecha durante una homilía por Fray Demetrio de la Cruz, viceprovincial superior de la orden Franciscanos Capuchinos en el país.



Hablando ante decenas de feligreses que asistieron a la misa denominada “Por el respeto en la Patria”, De la Cruz sostuvo que no se cansarán de insistir en que no se debe seguir irrespetando las fiestas religiosas y las dirigidas a exaltar los valores patrióticos.



“Lamento que hasta ahora la Comisión Permanente del Carnaval, encabezada por la secretaría de Cultura, no haya entendido la necesidad de darle a nuestro carnaval un giro turístico. En el único país donde el carnaval se celebra dentro de la Cuaresma es en este”, dijo el cura desde el púlpito.



Manifestó que es una bofetada al país que la mayoría de los dominicanos sigan viendo en la conmemoración del Día de la Independencia algunos grupos carnavalescos que desdicen del decoro que merecen los símbolos patrios y la historia.



Ulises Jiméne

Tomado del periodico "HOY"

martes, 26 de agosto de 2008

PRIMERA BANDERA DOMINICANA

LA PRIMERA BANDERA DOMINICANA



"Para conseguir, pues, el fin deseado por los separatistas, necesario era dar a la enseña que debía servir de lábaro a la nacionalidad dominicana, una significación diametralmente opuesta, ora escogiendo para formarla colores diferentes a los de la bandera haitiana, ora combinados estos colores con el blanco que considerado por aquéllos como principio de discordia, debía ser para los dominicanos símbolo de paz y de armonía. Inspirado en esta creencia y enardecida su fe patriótica por la que tenía en las doctrinas de la religión cristiana, fue por lo que el caudillo nacional, buscando en el signo de la redención el medio de resolver el difícil problema concibió la grande idea de separar los colores de la bandera haitiana con una cruz blanca, para significar de este modo al mundo, que el pueblo dominicano, al ingresar en la vida de la libertad, proclamaba la unión de todas las razas por los vínculos de la civilización y del cristianismo". José Gabriel Garcia, "La Idea Separatista", 1883.

La Bandera, fue concebida por Juan Pablo Duarte, el cual la definió claramente en el juramento de los Trinitarios. El padre de la patria, inicialmente trazó una cruz blanca sobre la Bandera Haitiana, la cual está dividida horizontalmente en dos partes iguales con el azul arriba y el rojo abajo; Sucesivamente se transformó en la actual, dividida en cuatro cuartos con los colores dispuestos en ángulos contrapuestos, con el azul en alto a la izquierda y abajo a la derecha, el rojo viceversa.

El color azul representa el amplio campo celestial donde ondea la bandera.

El color rojo simboliza la sangre derramada por nuestros mártires y héroes en la lucha por la independencia.

El color blanco representa la pureza del pueblo dominicano. El escudo en el centro de la bandera.

La primera bandera fue bordada por Concepción Bona y María Trinidad Sánchez.

Se enarboló por primera vez el 27 de febrero del 1844 en la Puerta del Conde.

LA GUERRA DE RESTAURACION

El 16 de agosto de 1863




El 18 de marzo de 1861, fue arriada en toda la República la bandera tricolor símbolo del pueblo dominicano, en su lugar fue enarbolada la española. Volvía la nación a ser tutelada por el trono peninsular, esta vez dirigido por Doña Isabel Segunda.

La soberanía era entregada voluntariamente, sin derramamiento de sangre, por el Presidente de la República, General Pedro Santana Familia, quien fue honrado por la Corona de España con pomposos títulos, como el de Gobernador Civil, Capitán General de la Colonia, Senador del reino, Teniente General de Los Reales Ejércitos y Marqués de las Carreras.

Santana había nacido en el Poblado de Hincha en el año de 1801, poseía un hato en la ciudad del Seibo llamado Hacienda el Prado, se había destacado como General y Patriota durante la guerra en contra de Haití y, era considerado como héroe nacional, por haber derrotado al ejercito haitiano en las Batallas de Azua y las Carreras. A la sazón ejercía la presidencia de la República por tercera vez.

A sus 60 años el Hatero del Seibo carecía de la energía mostrada en el pasado. Tratando de perpetrarse en el poder, envió a Felipe Alfau en calidad de ministro en misión especial a España, con el fin de gestionar la anexión a la madre patria. Argumentó querer librar al país de la amenaza haitiana, así como de las incontables escaramuzas políticas que diezmaban su población.




Las gestiones llevadas a cabo ante la corona, encontraron terreno fértil, pero no contaban con el apoyo del pueblo, el cual no había sido consultado. Por lo que prontamente se iniciaron las protestas en todo el territorio dominicano. En la capital, el padre Fernando Arturo De Meriño, el general Eusebio Manzueta y el prócer Matías Ramón Mella Castillo, fueron los primeros en manifestarse contra la anexión.

En Santiago, el pueblo tras ser invitado, no acudió al cambio de bandera en la Fortaleza San Luis. En San Francisco se impidió a tiros el izamiento del pabellón Español. La noche del 2 de mayo de 1861 el coronel José Contreras y Cayetano Germocén tomaron por asalto la población de Moca, proclamando la restauración de la República. Siendo más tarde sometidos y luego fusilados junto a otras 23 personas, por las tropas del general Suero- la orden fue dada por el general Santana.

El general Francisco del Rosario Sánchez al momento de la anexión, se encontraba en el exilio y tan pronto se enteró de la noticia viajó hacia Haití. Penetró a la República Dominicana por su frontera sur, siendo vilmente traicionado por Santiago de Óleo, quien luego de herirle en la loma Juan Cruz, le entregó a las tropas anexionistas.

Sánchez prócer de la Independencia, había nacido en la ciudad de Santo Domingo el 9 de marzo de 1817. Cayó fusilado por órdenes de Santana, en San Juan de la Maguana, el 4 de julio de 1861, junto a 20 compañeros; tras un simulacro de juicio militar, encabezado por el General Domingo Lazala. Sus últimas palabras fueron: "Decid a los dominicanos que muero con la patria y por la patria".

En Santiago el 26 de febrero de 1863 estalló otro fallido intento revolucionario. Al momento del levantamiento el general Campillo que era el comandante de la plaza estaba ausente. Esta nueva aventura revolucionaria estaba liderada por el poeta Eugenio Perdomo. Los alzados fueron apresados y juzgados por una comisión militar.

El 17 de abril, Eugenio Perdono, Carlos de Lora, Vidal Pichardo, Pedro Ignacio Espaillat fueron fusilados. Se cuenta que a los patriotas les fueron ofrecidos burros para que les llevasen al cadalso, lo que era una costumbre. "Negándose" Eugenio Perdomo con la siguiente frase: “Cuando los dominicanos van a la gloria, van a pie".

Al llegar el decreto real de fecha 19 de mayo de 1861, en que la reina aceptaba la anexión, la revolución era inminente. La sangre de los próceres que había sido derramada y el trato desigual que existía entre españoles y dominicanos incrementaron las tensiones a tal nivel, que el 11 de agosto de 1863 fue declarado el estado de sitio en todo el país y se pidieron tropas de refuerzo a Cuba y Puerto Rico. El mismo Santana se vio precisado a renunciar como Capitán General de la Colonia; pues carecía de poder real. En su lugar fue de designado Felipe Rivero y Lemoine.

El 16 de agosto de 1863, los patriotas Santiago Rodríguez, José Cabrera, Benito Monción, y Pedro Antonio Pimentel junto a otros once Dominicanos cruzaron la frontera norte y en la loma llamada Capotillo, enarbolaron la bandera tricolor, iniciando así la guerra que restauraría la soberanía entregada por Santana.

Los patriotas atacaron los pueblos de Sabaneta y Montecristi. El general español Buceta comandante de Santiago, se encontraba en Dajabón al estallar la revolución, fue perseguido por el general Pimentel cuando trataba de regresar a la Fortaleza San Luis por la ruta de Guallubín. Se dice que pudo salvar la vida, arrojando onzas de oro en el camino, para distraer a los patriotas que le perseguían.




Tan pronto el general Buceta llegó a Santiago, organizó la defensa de la ciudad; la que fue rodeada por las tropas de los generales Gregorio Luperón, Benito Monción, Gregorio de Lora y Gaspar Polanco. Mil soldados Españoles partieron desde Puerto Plata hacia Santiago, bajo el mando del coronel Cappa, para reforzar las tropas anexionistas. Pero fueron obligados a regresar al ser interceptados por los patriotas dominicanos el día 2 de septiembre.

El combate sé inició el 6 de septiembre de 1863, la lucha fue cruenta y duró todo el día, resultando el saldo favorable para los patriotas. Dueñas de la ciudad las tropas restauradoras iniciaron el 7 de septiembre la toma de la fortaleza San Luis.

Buceta desesperado por la carencia de alimentos y refuerzos, ordenó quemar la ciudad. Los cañones fueron cargados con trapos empapados en alquitrán y disparados contra los techos de las viejas casuchas. La ciudad corazón ardió como una gigantesca hoguera.

En la batalla de Santiago se consagraron los generales Gaspar Polanco – que por su eficiencia y valor alcanzó el grado de Generalísimo - y el general Gregorio Luperón- quien surgió como uno de los héroes más distinguidos de la guerra de restauración, por la forma magistral que condujo sus tropas-. Luperón de humilde cuna, había nacido en Puerto Plata en el año de 1839.

Al ver el general Buceta que era imposible vencer a las huestes restauradoras, inició negociaciones de paz con el general Luperón. Los patriotas requirieron que los españoles marcharan hacia Puerto Plata luego de entregar las armas. Buceta indignado contesto que: "Las tropas de su majestad, jamás han entregado las armas que les han sido confiadas para defender su honor".

La retirada de las tropas de Santiago hacia Puerto Plata, costo a los españoles más de mil muertos y 200 heridos, pues fueron hostigados por los restauradores durante todo el trayecto. Ocho días después de la toma de Santiago, el 14 de septiembre; se formó el Gobierno Restaurador presidido por José Antonio Espaillat y se redacto el acta de independencia, donde se manifestaron los motivos de la lucha.


Juan Pablo Duarte y Diez fundador de la República Dominicana, regresó al país el 25 de marzo de 1864 tras 20 años de ausencia, poniéndose a las órdenes del Gobierno restaurador dirigido por el general Francisco Espaillat. Su primera visita fue dispensada a su amigo el general Matías Ramón Mella Castillo que se encontraba enfermo.

Mella quien fue "el autor del trabucazo" que inicio la guerra de nuestra segunda independencia, había nacido en la ciudad capital la noche del 25 de febrero de 1816, murió a los 48 años de edad, el 4 de julio de 1864 en la desolada ciudad de Santiago, tras ser afectado por una larga enfermedad; que le llevó a la tumba en plena campaña.

Los españoles también tuvieron grandes pérdidas ese año. El jueves santo cayó en la cañada del Muerto victima de una bala perdida, "el general Juan Suero" "conocido por su valor como el Cid Negro". Este temerario criollo fue la "primera espada de España en el país", tenía la fama de ser invencible.

En ese año partió también hacia la eternidad el autor de la anexión, quien enfermó sorpresivamente de fiebre muy alta. El general Santana murió el día 14 de junio a las 4 de la tarde, fue enterrado a petición de su familia en el patio de la Fortaleza Ozama, para evitar la profanación de sus restos. Al momento de su muerte se encontraba en desgracia con los españoles.

Debido a las presiones ejercidas por el Gobierno Español, el presidente Espaillat envió a Juan Pablo Duarte al exterior, con el pretexto de colectar fondos para la causa restauradora. El Padre de la Patria frustrado, partió a mediados de "junio de 1864", esta vez para no regresar jamás, pues se negó a retornar a un país dividido por ambiciones deshonestas.

Murió en su auto-exilio, en Venezuela, el 15 de julio de 1876. Ya en el año de 1864 la guerra sé había tornado insoportable, el general la Gandara, Gobernador Militar de Santo Domingo estaba desesperado, las enfermedades y los patriotas habían diezmado sus tropas, las bajas entre muertos y heridos ascendían a "diez mil”. Por lo que pidió autorización al gobierno español para iniciar negociaciones de paz.

Estas se llevaron a cabo en la quinta del Carmelo, localizada en Güibia, en el mes de diciembre de 1864, el decreto real que autorizaba al general la Gándara a abandonar el suelo dominicano fue expedido el "tres de marzo de 1865".

La salida de las tropas españolas se inició el diez de julio de 1865. La nación volvía a ser libre y soberana de toda potencia extranjera, como planteara su ilustre fundador.

Germinaba de nuevo la semilla de la libertad y el honor. Los miles de patriotas que habían caído no lo habían hecho en vano. Pues las últimas palabras pronunciadas por Matías Ramón Mella Castillo en su lecho de muerte, palpitaban en el corazón de cada Quisqueyano. "Aún hay patria". "Viva la República Dominicana".



DR. LUIS M. CAMPILLO

miércoles, 19 de marzo de 2008

BUSTO DE DUARTE(video)

UN BUSTO DE DUARTE EN SEVILLA.

Tomado de CLAVE DIGITAL
ESPAÑA/R.DOMINICANA
Colocan busto del fundador de República Dominicana, Juan Pablo Duarte, en Sevilla
El Alcalde de Sevilla dio la bienvenida a la comitiva dominicana y agradeció la donación del busto del Fundador de la República Dominicana, uniendo de ese modo simbólico dos pueblos hermanos, el andaluz y el dominicano.



El Embajador dominicano, Alejandro González Pons, y el Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín colocaron una ofrenda de laurel ante el busto de Juan Pablo Duarte.

SEVILLA, España.-La Embajada de la República Dominicana en España celebró, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad de Sevilla, el acto de inauguración de un busto al Padre de la Patria Juan Pablo Duarte y Díez, obra del escultor dominicano Félix Tejada, que fue donado por la Secretaría de Estado de Cultura de la República Dominicana a esa ciudad andaluza.

El acto tuvo lugar la mañana del jueves 13 de marzo, en la Plaza República Dominicana, ubicada en la Avda. República de Argentina de Sevilla. Estuvieron presentes el Alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, el Embajador dominicano en España, Alejandro González Pons y su esposa, Sulamita Puig de González.

También estuvieron el Director del Museo de Historia y Geografía, Héctor Luis Martínez, en representación del Secretario de Estado de Cultura, el Presidente de la Comisión de Efemérides Patrias, Juan Daniel Balcácer, y la Cónsul dominicana en Sevilla, Alejandra Gutiérrez.

El Alcalde de Sevilla dio la bienvenida a la comitiva dominicana y agradeció la donación del busto del Fundador de la República Dominicana, uniendo de ese modo simbólico dos pueblos hermanos, el andaluz y el dominicano.


El historiador en representación del Secretario de Cultario. Héctor Luis Martínez tuvo a cargo el discurso central, en el que destacó el legado duartiano y los aspectos más relevantes de su biografía.


Junto con el busto de Duarte que se encuentra ubicado en el Parque del Oeste de Madrid, y la próxima colocación de un busto similar en Barcelona, los dominicanos en España pueden contar con un lugar en donde conmemorar sus efemérides y honrar la memoria del líder e ideólogo del proyecto independentista.

viernes, 14 de marzo de 2008

INSTITUTO DUARTIANO RINDE HOMENAJE A DESCENDIENTE DEL PATRICIO

Instituto Duartiano rinde homenaje a sobrina tataranieta de Juan Pablo Duarte
- 3/14/2008





SANTO DOMINGO.- El Instituto Duartiano rindió hoy un homenaje a una sobrina tataranieta de Juan Pablo Duarte y una profesora de ballet clásico al declararlas como miembros honoríficas de esa entidad por su contribución a la difusión y promoción de la obra y el pensamiento del patricio.

Leonor de Ayala Duarte e Irmgard Despradel fueron reconocidas, la primera por sus valiosos aportes a través de la investigación sobre la vida de Juan Pablo Duarte en Barcelona, España y la segunda por su labor a favor de la fundación.

El acto de entrega del reconocimiento se realizó en el Salón de Conferencia del Instituto Duartiano, ubicado en la Zona Colonial y estuvo encabezado por su presidente, profesor José Joaquín Pérez Saviñón.

“Es un honor distinguir a esta ciudadana, que por circunstancias de la vida es española, pero que sigue siendo dominicana y que confirma una vez más el amor que le tiene al dominicano”, destacó Pérez Saviñón al referirse a Leonor de Ayala Duarte.




Tomado del Listin Diario

sábado, 23 de febrero de 2008

JUAN PABLO DUARTE - ROSA DUARTE

JUAN PABLO DUARTE-Ideologo y uno de los Padres de la Patria
ROSA DUARTE

DUARTE APORTA SUS BIENES A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA DOMINICANA

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Duarte aporta sus bienes a la Independencia



Escribe carta a sus familiares desde Curaçao pidiéndoles que entreguen sus bienes a la causa de la Independencia.



Juan Pablo Duarte


Rosa Duarte




Curaçao, 4 de febrero de 1844. En un gesto sin precedentes en la historia del país, el líder del movimiento independentista, Juan Pablo Duarte, ahora exiliado en esta isla, ha resuelto donar sus bienes y los de su familia, a la causa de la independencia.

En una carta que enviara en fecha de hoy a su familia en la ciudad de Santo Domingo, Duarte pide a su madre y hermanos “que ustedes de mancomún conmigo y nuestro hermano Vicente, ofreceremos en aras de la Patria lo que a costa de amor y trabajo de nuestro finado padre hemos heredado”.

La solicitud, que sabemos constituirá un tremendo golpe de efecto sicológico entre los integrantes del movimiento emancipador, es una última muestra del desprendimiento y del sentido patriótico del que ya es considerado Padre de la Patria por la juventud de Santo domingo.

En la correspondencia, cuyo texto aparece en otro lugar de esta edición, Duarte afirma que “independizada la Patria, puedo hacerme cargo del almacén, y heredero del ilimitado crédito de mi padre y de sus conocimientos en el ramo de la marina, nuestros negocios mejorarán…”

Como puede verse, Duarte tiene una confianza absoluta en el triunfo de su idea de libertad y en la suerte de este país, pues se compromete a realizar todos los esfuerzos para rescatar las propiedades de su difunto padre luego de proclamada la emancipación.

El padre de Duarte, el comerciante Juan José Duarte, falleció el 25 de noviembre de 1843, cuando ya el fundador de La Trinitaria se encontraba exiliado a consecuencia de la persecución desatada en su contra por las autoridades haitianas, conocedoras de sus planes de emancipación patria.

La primera solicitud de ayuda a Duarte para los propósitos independentistas ocurrió a finales del año pasado de1843, cuando Francisco del Rosario Sánchez le envió una carta secreta, de la cual El Diario de la Independencia ha obtenido copia.

El texto de la mencionada carta dice así: “Juan Pablo Duarte: con el señor José Ramón Chaves Hernández te escribimos imponiéndote del estado político de la ciudad y de la necesidad que tenemos de que nos proporciones auxilios para el triunfo de nuestra causa; ahora aprovechamos la ocasión del señor Buenaventura Freites para repetirte lo que en otras ocasiones te decíamos, por si no han llegado a tus manos. Después de tu salida todas las circunstancias han sido favorables; de modo que sólo nos ha faltado combinación para haber dado el golpe; a esta fecha los negocios están en el mismo estado que tú los dejaste, por lo que te pedimos, así sea a costa de una estrella del cielo, los efectos siguientes:

2,000 ó 1,000, ó 500 fusiles, a lo menos;

4,000 cartuchos, 21/2 ó 3 quintales de plomo;

500 lanzas o las que puedas conseguir.

En conclusión: lo esencial es un auxilio por pequeño que sea, pues éste es el dictamen de la mayor parte de los encabezados. Esto conseguido deberás dirigirte al puerto de Guayacanes siempre con la precaución de estar un poco retirado de tierra, como una o dos millas, hasta que se te avise o hagas señas, para cuyo efecto pondrás un gallardete blanco si fuere de día, y si fuere de noche, pondrán encima del palo mayor un farol que lo ilumine todo, procurando, si fuere posible, comunicarlo a Santo Domingo para ir a esperarte a la costa el nueve de Diciembre, o antes, pues es necesario temer la audacia de un tercer partido, o de un enemigo nuestro estando el pueblo tan inflamado…”

Como es sabido, Duarte no pudo obtener los recursos pedidos y el plan de la independencia en diciembre se fue a pique. Quizás este fracaso, motiva la decisión actual del fundador de La Trinitaria de desprenderse de sus bienes y de los de su familia para entregarlos a la causa de la Patria.

Texto de la carta de Duarte a su familia

Curaçao, 4 de febrero de 1844.-

Mi querida madre y hermanos:

El único camino que encuentro para poder reunirme con Ustedes de independizando la Patria. Para conseguirlo se necesitan recursos, supremos recursos, y cuyos recursos son: que Ustedes de mancomúm conmigo y nuestro hermano Vicente, ofrendemos en aras de la Patria lo que a costa de amor y trabajo de nuestro finado padre hemos heredado. Independizada la Patria, puedo hacerme cargo del almacén, y heredero del ilimitado crédito de nuestro padre y de sus conocimientos en el ramo de marina, nuestros negocios mejorarán, y no tendremos por qué arrepentirnos de habernos mostrado dignos hijos de la Patria.

jueves, 14 de febrero de 2008

IMAGENES DE REP. DOMINICANA

PARQUE INDEPENDENCIA, R.D. EN EL MES DE LA PATRIA

MAUSOLEO DONDE REPOSAN LOS TRES PADRES DE LA PATRIA

ESCUDO DOMINICANO

PUERTA DEL CONDE
ESTATUAS DE LOS PATRICIOS ESCULPIDAS EN MARMOL DE CARRARA

sábado, 26 de enero de 2008

VIDA DE NUESTRO PATRICIO

El más noble ejemplo a seguir por todos los que nos sentimos ser verdaderos dominicanos, como él. Nace casi nueve años antes de la ocupación haitiana a territorio dominicano. Viene al mundo el 26 de enero de 1813 y la ocupación se produce en 1822.

Como era apenas un niño a cumplir nueve años de edad, y por proceder de una familia que se podía llamar económicamente holgada, para él debió resultar contraproducente que, de buenas a primeras, lo que conocía como “su país” se convirtiera en “otro País”. Sin descontar los constantes traslados de posesión que se verificaban con gran frecuencia entre España y Francia, en virtud de los tratados que se firmaban. Cuando los haitianos ocuparon la parte este de la isla, proclamaron la unificación total, y la denominaron Haití en su totalidad.

Su madre, doña Manuela Diez se ocupaba de educar a sus hijos (Juan Pablo era el quinto de sus doce hijos) y se dice en los escrito sobre su persona, que por la gran inteligencia que poseía, con apenas siete años de edad, se sabía y recitaba el catecismo de memoria. De esto se desprende su profunda vocación cristiana.

Todo se tornó harto difícil, incluyendo la educación, y siendo un adolescente sufrió lo que podríamos llamar “su primer exilio”, cuando sus padres deciden enviarlo fuera del país si querían que alcanzar un grado de instrucción que no iba a lograr internamente. Aprovecharon un viaje de un amigo comerciante de origen español llamado Pablo Pujols, y lo envían con él a la ciudad de Nueva Cork, en Estados Unidos, además del continente europeo. En ese periplo por Europa, conoció ciudades muy importantes, tales como: Barcelona, París, Londres y Hamburgo. En ese entonces no había cumplido los dieciocho años de edad. Parte de su acervo al regreso fue hablar y escribir varios idiomas, tales como francés, alemán, portugués, inglés y latín, que junto al dominio del español le permitían dominar seis idiomas.

Una pregunta anecdótica: Yendo en el barco, un miembro de la tripulación le preguntó por nacionalidad, contestando “soy dominicano”; el tripulante le replicó expresando que él “eres haitiano”. Es lógico pensar que fue herido en su orgullo propio y patriotismo, por lo que sus deseos, tal vez ya decisión tomada, de libertar a su pueblo, debieron verse acrecentados y reafirmados.

Cuando Juan Pablo Duarte realiza ese su primer periplo, corre el siglo XIX, por lo que han transcurrido varios centenares de años desde la Revolución Industrial y el nacimiento de las libertades en el continente europeo y los Estados Unidos. Es decir, que respiraba, por doquier que pasaba, aires de libertad que debieron contrastar significativamente con lo que conocía hasta ese momento. Sobre todo, debió parecerle maravilloso el esquema de respeto a los derechos individuales y colectivos, que se arraigaban con el paso de los días.

Un lustro posterior a su partida, regresó a territorio dominicano en el año 1833 y de inmediato comenzó a contactar a sus antiguos amigos y compañeros, dando inicio a una campaña de concientización que encontró el suficiente eco que la llevaría a feliz culminación. De manera pormenorizada fue hablando con cada uno de ellos, enfatizando sobre la obligación que se tenía con el país para desalojar a los haitianos que de manera irracional conculcaban las libertades de los habitantes de la parte este de la isla.

Las febriles actividades de Juan Pablo Duarte, todas calculadas con la frialdad de un fino político, lo condujeron a participar en el derrocamiento de Boyer, hecho ocurrido en el año 1843. Una ves puesto al descubierto, el día 2 de agosto de ese mismo año sufre su segundo destierro, pero a diferencia del primero, este no fue para estudiar y cultivarse, sino para escapar a la fiera persecución a la que fue sometido.

Junto a varios de los trinitarios, abandona el país, mientras otros también perseguidos buscan refugios para escapar de la encarnizada cacería que contra ellos se había desatado.

No obstante estar aparentemente separados, los trabajos en pro de la independencia no se detuvieron, y al paso del tiempo, casi siete meses después de su salida, se dio el grito de independencia, el 27 de febrero de 1844 en horas de la noche. Con el nacimiento de un nuevo día, también nació una nueva nación bautizada desde seis años antes con el nombre de República Dominicana.

Los haitianos quisieron continuar aferrados a lo que equivocadamente creían les pertenecía, pero luego de varias batallas, casi todas encarnizadas, los dominicanos logramos extirpar de nuestro seno ese cáncer que permaneció aquejándonos durante 22 largos años.

Luego de proclamada la República, el gobierno que se estableció envió por Duarte, establecido en la isla de Saint Thomas, recibiendo a su llegada los honores de héroe nacional, siendo designado general del ejército. Lamentablemente aparecieron desavenencias de algunos dirigentes que entraron en desacuerdo con el Padre de la Patria, imponiéndose la peor parte, porque tanto Duarte como algunos de sus seguidores fueron deportados por Pedro Santana y Tomás Bobadilla. Esta mala pasada terminaría con la anexión de la República Dominicana a España en el año 1861, cuyo artífice fue Pedro Santana.

La lucha entonces se inició contra un elemento foráneo que se creía amo y señor de este país. La lucha era contra un adversario de mayor poder que el anterior que nos ocupó por 22 años. En el año 1863 se proclama la Restauración de la República, por un grupo de buenos dominicanos, a cuya cabeza se encontraba el general Gregorio Luperón. De esta hablaremos en otro apartado.

En el año 1864 se produjo el retorno a la Patria de Juan Pablo Duarte, integrándose a las luchas que se libraban en contra de Pedro Santana y sus acólitos, para evitar caer de nuevo en manos foráneas. Este proceso se conoce en los corrillos de la historia como la Gesta de la Restauración.

Dados los procesos independentistas que se desarrollaban en Sur América, se pensó en que Duarte sería el mejor emisario para buscar apoyo internacional para los revolucionarios restauradores dominicanos. Lo enviaron a buscar ese apoyo, siendo su labor de extraordinario valor, pero se radicó en Venezuela, donde contrajo una enfermedad que lo postró, muriendo lejos de la Patria de sus sueños, el 15 de julio de 1876.

Junto a Francisco del Rosario Sánchez y a Ramón Matías Mella se le conoce como los Padres de la Patria.


Tomado de Listar.com

jueves, 24 de enero de 2008

JUAN PABLO DUARTE

Juan Pablo Duarte


Breve reseña de la vida del Independentista de la Republica Dominicana.

La familia Duarte estaba constituida por los padres, Juan José Duarte Rodríguez, nacido"en la ciudad de Veger de la Frontera, en la provincia española de Cádiz y Manuela Diez y Jiménez, natural de Santa Cruz del Seibo, y siete hijos: Rosa, Francisea, Filomena; Sandalia, Vicente, Juan Pablo y Manuel.

No se sabe la fecha de llegada a Santo Domingo de Juan José Duarte, pero se supone que fue en la última década del siglo XVIII, pues e1, 4 de octubre del 1799 aparece como padrino del niño José Ramón Alvague en el registro de la Iglesia de Santa Bárbara, de esta ciudad. Máximo Coiscou Enríquez considera que debió emigrar cuando Toussaint Louverture invadió la parte española y tomó posesión de la ciudad de Santo Domingo. Al producirse la Reconquista regresó al país. "Este retorno tuvo que ser después de Agosto de 1804, pues para entonces residía en Mayagüez, Puerto Rico, donde ha debido nacer su hijo primogénito Vicente Celestino, pero hasta ahora no se ha encontrado constancia de ello". "Del matrimonio de Juan José Duarte y Manuela Diez no hay tampoco constancia; pues en los libros parroquiales de la Catedral y Santa Bárbara hay sensibles vacíos. Cabe suponer que ocurriera en Puerto Rico, pues debió ser para algo de la vida civil el testimonio que dieron, a petición de Doña. Rufina Jimenez Benítez (madre de doña Manuela), los ciudadanos Magistrados y Oficiales Municipales de la villa del Seibo a 18 de abril de 1803". El padre de Duarte era contrario a Ios haitianos y a propósito de esto Jose Gabriel Garcia relata lo siguiente: "Don Juan Duarte, padre del caudillo,que inició los trabajos. revolucionarios que dieron por resultado Ia creación de la República Dominicana, fue el único comerciante catalán que se negó a firmar el escrito que sus compatriotas dirigieron a Boyer .Hombre de conciencia recta y de sentimientos puros, no quiso asociar su nombre a un acto censurable; y al proceder con tanta nobleza e hidalguía, anticipó al heredero de sus virtudes la gloria de sacrifcar mas tarde su porvenir por dar a sus conciudadarios una patria que, pródiga para con todo el mundo, solo para con él no ha usado de largueza ni favores".

EI progenitor de Duarte apoyó las actividades patrióticas de sus hijos, Vicente y Juan Pablo, y a este último le facilitó una habitación del local de la ferretería que poseía para que iristalara en elIa una escuela, y el 29 de Julio del 1843, vendió una casa de su propiedad para ayudar económicamente a Juan Pablo que en esa ocasión era víctima de la persecución haitiana.

La madre de Duarte fue una mujer de grandes virtudes que se identificó moralmente con sus hijos y compartió plenamente con ellos sus triunfos. y sus fracasos. El padre de Duarte murió en la. ciudad de Santo Domingo eI 25 de Noviembre del 1843, estando Duarte ausente del pais y su madre en Caracas en el 1858, durante el destierro que le impuso Santana, en unión de sus hijos.

Vicente Celestino Duarte nació en el 1802 probablemente en Mayaguez. Desde muy joven se dedicó al comercio maderero, a la venta de reses y los negocios de tienda en San José de los Llanos. Clemente Sosa, que lo conoció en su ancianidad dice que "tenía la mirada de hombre inteligente y bueno" y que era "muy entendido en todo" . Adoctrinado en política por su hermano Juan Pablo fue de los fundadores de La Trinitaria, y cuando la persecución de Charles Herard permaneció oculto en el este. En el 1843, en unión de Fco. del Rosario Sánchez, le dirigió una misiva a Duarte en la que le pedía recursos para la lucha revolucionaria aunque fuera "a costa de una estrella del cielo". Cuando Juan Pablo le envía a su familia la célebre carta en la que le proporie la venta del patrimonio que ésta ha recibido a la muerte del padre, Vicente Celestino aconseja a sus familiares acceder a la petición del Apostol, y logra ser escuchado. Vicente Celestino participó en la sublevación del 27 de Febrero del 1844 y formó parte de la comisión que intervino en la capitulación de las autoridades haitianas. En el I844 Santana lo deportó a los Estados Unidos y de allí pasó a Venezuela aI cabo de dos meses. En el 1848 retornó al pais acogiéndose a la amnistía que dispuso el Congreso Nacional en favor de los febreristas. Del 1854 al 1856 Vicente Celestino vivió en Los Llanos dedicado a sus negocios. En el 1857 fue nombrado diputado a la Asamblea Revisora de Moca, que reformó la constitución en sentido liberal. Cuando se realizó la Anexión se marchó a Caracas, donde se reunió con Duarte, y luego regresó a la Patria en el 1864, en compañía del Apostol. El 23 de Abril del 1864 es designado pagador de las tropas restauradoras en Bermejo. Y en el ataque• restaurador a San José de Los Llanos mereció el elogio de Luperón por su valor. Pasó los últimos años de su vida en Los Llanos, donde era muy querido y respetado, y allí falleció habiéndose perdido el recuerdo de su tumba. Juan Pablo, aunque no era el primogénito, logró convertirse en el personaje principal de la familia; siendo apoyado y secundado por sus padres y hermanos, en todas sus actividades patrióticas y políticas.

Cuando Duarte tuvo que marcharse al extranjero en el 1843, su padre puso el negocio a nombre de su hijo Manuel y de su nieto Vicente María Duarte, hijo este último de Vicente Celestino. Ambos le servían de auxiliares y se encargaban de llevar las cuentas, y hacer los cobros Manuel era entonces un joven de 18 anos, que aunque probablemente fuera debil de cerebro, lucía normal, como lo prueba el hecho de ayudar a su padre en las labores mencionadas. Pero cuando en el 1845 se vió obligado a acompañar a la familia en el destierro, perdió la razón y estuvo demente muchos años. Cuando sus hermanas Rosa y Francisca se disponían a regresar al pais, invitadas por el Gobierno Dominicano, tuvieron que desistir de tal cosa porque Manuel se negó a volver a su Patria y sus hermanas no quisieron dejarlo abandonado. "Ni aun en su demencia quiso Manuel Duarte volver a la tierra de donde fue arrojado con tal siniestra saña, que le hizo como a Juan Isidro Pérez, perder la luz de la razón". Existe otro procer en la familia Duarte al que no se le ha dado la importancia que merece. Se trata de Enrique Duarte hijo de Vicente Celestino. No sabemos con seguridad la fecha de su nacimiento, pero como sus padres se casaron en el 1822 debió de haber nacido en el 1823. Iniciado en la política por su tío Juan Pablo, al igual que su padre, se convirtió en un valioso colaborador de ambos y en un ferviente patriota. En el 1843 ayudó a Duarte en sus trabajos conspirativos en Venezuela. . En el 1844 participó en el consejo de familia que conoció de la petición de ayuda económica hecha por Duarte. En ese mismo año actuó en la sublevación del 27 de Febrero y acompañó a Eusebio Puello en las operaciones de la toma de la aduana y del puerto. Posteriormente fue desterrado a los Estados Unidos junto con su padre, y de allí pasó a Venezuela, donde acabó sus dias.

Rosa fue una gran admiradora y colaboradora de su hermano. Y de ella dice Jose Gabriel García: "Mujer de talento natural y de virtudes sobresalientes, supo conservar hasta el fin de sus días en estado de pureza, todos los sentimientos nobles y delicados que le inculcaron sus padres con una educación esmerada; habiendo rendido siempre un culto especial al que entre sus deudas era don natural: el patriotismo, que no pudieron mitigar en ella, ni la justicia de los hombres, ni el rigor del infortunio. "Es fama que nunca llegó a maldecir a los autores del perpetuo destierro a que se vió condenada. con su virtuosa familia, ni aún en los momentos de mayor angustia, ni en medio de las mayores zozobras; siendo de notar que sólo alzó al cielo las manos virginales con que ayudó a hacer los cartuchos y a confeccionar las balas que se usaron en el pronunciamiento de la Puerta del Conde, para bendecir los triunfos nacionales y dar gracias a Dios por la conservación de la existencia de la República, objeto carísimo de sus encantos y desvelos" De los Duarte el único que formó familia fue Vicente Celestino. Los demás murieron solteros. Rosa Duarte fue la prometida de Tomás de Ia Concha y de ella se dice que prefirió acompañar a su madre en eI destierro antes que casarse con su prometido. De Francisca, Filomena y Sandalia diremos que la primera acompañó a su hermana Rosa hasta que la muerte se la llevó de su lado, en el 1889, y que al año siguiente la siguió a la tumba. De Filomena no tenemos. ninguna información, y de Sandalia, la menor, diremos que falleció muy joven, probablemente a principios del I844; porque según Rosa participó en el consejo familar que se celebró en ese año.

El 19 de Marzo del 1845 Santana expulsó del pais a la familia Duarte. Aludiendo a esto dice el fundador de de La Trinitaria: "...Supe que se habían expulsado algunas familias, y que como Rivier el año anterior; en el presente mi familia que se componía (porque los rnayores de 25 años estaban desterrados a perpetuidad) de mi anciana madre, cuatro hermanas, la mayor apenas contaba con 16 años, y cuatro niños el mayor de trece..." Refiere Rosa: Duarte que "cuando el Sr. Arzobispo Dr. Tomas de Portes, eI Pbro. Dr. Bonilla, Don Francisco Pou y otros preguntaban a la Junta Suprema la causa por qué se desterraba a una respetable anciana con sus niñas, amenazándolas en el pasaporte con que si no embarcaban el Gobierno se veria en el caso de emplear medidas coercitivas (?) Bobadilla les contestó: "Ellas fabricaron balas para la Independencia de la Patria, con más razón no escasearán medios ni recursos para la vuelta del hermano que lloran ausente". ¿Por qué eligió la familia Duarte a Venezuela y no a Puerto Rico, Cuba o Curazao, que eran lugares más cercanos?... Porque la madre de los Duarte tenia familares en ese pais que podrian ayudarlos en el destierro. El 6 de Abril del 1845 Duarte se reunió con su desterrada familia. Veamos, a. continuacion, como nos describe el encuentro con ella y el comentario que hizo al enterarse de los sucesos: "Abracé a mi querida madre y hermanos en la Güaira y legué a ese Dios de justicia el castigo a tanta iniquidad, a tanta maldad...". Con la ayuda de su negocio el padre de Duarte adquirió una modesta fortuna que situó a su familia dentro de la pequeña burguesía de su época. Parece que entre los comerciantes de la ciudad de Santo Domingo gozaba de una buena reputación, de la que se hace eco Duarte en la carta que le dirigiera a su familia desde Curazao en el 1844, ya que en ella menciona el ilimitado crédito de su padre.

La situación económica de la familia Duarte en Venezuela parece haber sido bastante buena del 1845 al 1867 porque Rosa Duarte en el 1865 compró una casa en Caracas, que diez años después vendió, y el propio Duarte al hablar de las diligencias que realizara para venir a la Patria, en el 1864, dice: "...a mi vuelta a Caracas vendí una casita en mil cien pesos::." Y en una acta notarial del 1867 aparece Duarte comprando una casita en Caracas. Parece que a partir del 1875, cuando los quebrantos de Duarte se agravaron, la situación económica de su familia se hizo sumamente mala. El Prócer pasó un año en lecho y con tal motivo sus hermanas tuvieron que hacer grandes sacrificios económicos y contraer deudas. Todavía en el 1879, o sea, tres anos despues de la muerte de Duarte, le decían al Ayuntamiento de Santo Domingo, en carta que le escribieran a éste, que "aun no habían podido pagar los gastos de su última enfermedad y entierro..." En el 1883, José Prudencio Diez, tío de las hermanas Duarte, se dirigió. al Congreso Nacional en solicitud de ayuda para ellas, alegando que se encontraban "solas en tierra extranjera, sin abrigo y sin pan, rodeadas de las sombras de la miseria con un hermano menor a quien el horrible golpe del 44 que hirió gravemente a toda la familia hizo de él víctima especial privándole del uso de la razón". En Agosto del 1884, o sea, ocho años después de la muerte de Duarte, el Congreso Nacional dispuso que se les asignara a las hermanas Duarte, que ya eran unas ancianas, una pensión vitalicia de 45 pesos mensuales y se les diera la suma de dos mil pesos fuertes para que compraran una casa en Ia ciudad de Santo Domingo. Las ancianas Duarte agradecieron en el alma el favor que se les hizo, pero no pudieron disfrutar del mismo porque al negarse Manuel, el hermano demente, a retornar a Santo Domingo, ellas como ya se dijo, prefirieron quedarse para no dejar desamparado en Venezuela a su desgraciado hermano. Cuando en el 1884 el Ayuntamiento de Santo Domingo envió una comisión a Caracas para traer a la Patria los restos del Patricio, esta comisión pagó las deudas de las las hermanas Duarte y en el recibo que le entregaron a la comisión se expresaron así: "Obligadas por las circunstancias e impulsadas por nuestro imprescindible deber, (aunque con pena) les manifestamos que éramos deudoras al Sr. Marcos A. Guzmán de la cantidad de seiscientos pesos sencillos que nos había suministrado para atender a los muchos gastos que por espacio de un año tuvimos que sufragar en la asistencia de la penosa enfermedad y mas después en el entierro de nuestro hermano el General Juan Pablo Duarte (Q.D.E.P.). En virtud de nuestra manifestación los honorables diputados del ilustre Ayuntamiento de nuestra patria en su nombre y representación de nuestros conciudadanos nos ofrecieron y entregaron dicha cantidad mas arriba expresada, la que nosotras altamente reconocidas aceptamos, y con la cual hemos pagado al Sr. Marcos A. Guzman, la sagrada deuda contraída por nosotras en el penoso y luctuoso lapso que tuvo por término vernos arrebatar (cuando menos lo esperábamos) el único bien que nos quedaba en la tierra. Con la muerte de Manuel Duarte en el 1890 se extinguió la familia del Apóstol habiéndose legado a la posteridad un vivo ejemplo de patriotismo, abnegacion y templanza.

No quedaría completo este estudio de la familia Duarte si omitiéramos a sus tíos maternos Mariano y José Prudencio Diez, que ayudaron generosamente a sus sobrinos en diferentes formas. Mariano Diez nació en Santa Cruz del Seibo el 24 de Septiembre del 1794. Se trasladó a Caracas muy joven y allí vivió varios años. En el 1844, cuando Duarte fue a Caracas ayudó a su sobrino en sus actividades patrióticas. En el 1844 regresó al país trayéndole a la Junta Central Gubernativa una cantidad de dinero que como donativo voluntario le remitieron varios dominicanos residentes en Venezuela. . Duarte comenta así lo anterior: "Y mientras yo rendía en mi inicuo destierro gracias a la Divina Providencia porque me habia permitido ver transcurrir el año sin menoscabo de esa independencia tan anhelada; en mi ciudad natal santificaban tan memorable día los galos cubriendo de sangre y lutos mis amantes lares arrastrando cuatro nobles víctimas a infando suplicio".

El Apostol permaneció algunos días más en Saint Thomas donde parece que se enteró de la expulsión de su familia y de la resolución de ésta de irse a residir a Venezuela porque se marchó a dicho país, el 6 de Abril de 1845 se reunió con ellos en el puerto de La Güayra. Todo parece indicar que Duarte volvió a Saint Thomas, por última vez, el 28 de Junio de 1864, para entrevistarse con Melitón Valverde, nombrado por el Gobierno Restaurador, al igual que él, Ministro Plenipotenciario de la Republica ante los gobiemos de Venezuela, Nueva Granada (Colombia) y Perú. Duarte permaneció esta vez varios días en Saint Thomas, y después de hacer algunas diligencias, se trasladó a Curazao a continuar sus gestiones diplomáticas. Saint Thomas ocupa un lugar señero en el via crucis de Duarte y es posible que en más de una ocasión rememorara los amargos momentos que pasó en esa tierra que fuera testigo de su desesperacion y su impotencia, al ver la Patria en manos de los enemigos de su Independencia.



Juramento Trinitario

En el nombre de la Santísima, augustíisima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y e implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana; la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad. Asi lo prometo ante Dios y el mundo. Si tal hago, Dios me proteja: y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo La Independencia Nacional Siendo la Independencia Nacional la fuente y garantia de las libertades patrias, la Ley Suprema del pueblo dominicano es y será siempre su existencia política como Nación libre e independiente de toda domina- ción, protectorado, intervención e influencia extranje- ra, cual la concibieron los Fundadores de nuestra aso- ciación política al decir el 16 de julio de 1838, DIOS, PATRIA Y LIBERTAD, REPUBLICA DOMINICANA, y fué proclamada el 27 de febrero de 1844, siendo, des- de luego, asi entendida por todos los pueblos, cuyos pronunciamientos confirmados y ratificados hoy; declarando además que todo gobernante o gobernado que la contraríe, de cualquier modo que sea, se coloca ipso facto y por sí mismo fuera de la ley.

Patriotismo

Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.

Mente sana en cuerpo sano.

Procuraré conservarme bueno, conservaré mi corazón y mi cabeza.

Patria libre

Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante

Las ideas

Hay palabras que por las ideas que revelan llaman nuestra atencion y atraen nuestras simpatias hacia los seres que las pronuncian.


Providencialismo

Los providencialistas son los que salvarán la Patria del infierno a que la tienen condenada los ateos, cosmopolitas y orcopolitas.

Justicia.

E1 buen dominicano tiene hambre y sed de la justicia ha largo tiempo, y si el mundo se la negase, Dios que es la Suma Bondad, sabrá hacérsela cumplida y no muy dilatado; y entonces, iay! de los que tuvieron oidos para oir y no oyeron, de los que tuvieron ojos para ver y no vieron...;la Eternidad de nuestra idea! porque ellos habrán de oir y habrán de ver entonces lo que no hubieran querido oir ni ver jamas.

Los libertos.

En lo que no estan de acuerdo nuestros libertos es en lo del amo que quieren imponerle al pueblo.

Trabajo.

Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos. Trabajemos, trabajernos sin descansar, no hay que perder la fe en Dios, en la Justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos.

Patriotismo

Vivir sin Patria, es lo mismo que vivir sin Honor.

Aprovechar el tiempo

Aprovechemos el tiempo!.

Amistad.

Tienes amigos? Prepáralos, porque los días se acercan; procura que no se descarríen, pues va a sonar la hora de anularse para siempre, la hora tremenda del juicio de Dios, y el Providencial no será vengativo, pero si justiciero.

Enemigos de la Patria.

Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas; destruir la Nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar a la Nación entera .

Los orcopolitas.

No somos más que unos ambiciosos que independizamos nuestro pueblo por ambición y no tuvimos talento para hacer nuestra la riqueza ajena; mientras que ellos (los orcopolitas), son los hombres honrados y virtuosos pues han tenido la habilidad de hacerlo todo, hasta llamar al extranjero; muestra inequívoca de lo muy amado que serán por la justicia con que han procedido y procederán para con Dios y la patria y la libertad del dominicano.

La Ley.

Toda ley no declarada irrevocable es derogable y también reformable en el todo o en parte de ella. Toda ley no derogada clara y terminantemente, se considera vigente. La ley no puede tener, ni podrá jamás tener, efecto retroactivo. Ninguno podrá ser juzgado sino con arreglo a la ley vigente y anterior a su delito; ni podrá aplicársele en ningún caso otra pena que la establecida por las leyes y en la forma que ellas prescriban. Lo que la ley no prohibe, ninguna persona, sea o no sea autoridad, tiene derecho a prohibirlo. La ley, salvo las restricciones del derecho, debe ser conservadora y protectora de la vida, libertad, honor y propiedades del individuo. Para la derogación de una ley se guardarán los mismos trámites y formalidades que para su formación se hubieren observado. La ley es la regla a la cual deben acomodar sus actos, asi los gobernados como los gobernantes..

Poder.

Ningun poder en la tierra es ilimitado, ni el de la ley tampoco. Todo poder dominicano está y deberá estar siempre limitado por la ley y ésta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca.

Soberanía

Toda ley supone una autoridad de donde emana, y la causa eficiente y radical de ésta es, por derecho inherente, esencial al pueblo e imprescriptible de su soberanía.

La delación

Se prohibe recompensar al delator y al traidor, por más que agrade la traición y aún cuando haya justos motivos para agradecer la delación.

Filantropía.

La Nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes sabias y justas la libertad personal, civil e individual así como la propiedad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen; sin olvidarse para con los extraños, a quienes también se les debe justicia de los deberes que impone la

filantropía.

Derechos y deberes La ley es la que da al gobernante el derecho de mandar e impone al gobernado la obligaci6n de obedecer.

Autoridad ilegítima.

Toda autoridad no constituída con arreglo a la ley es ilegítima, y por tanto, no tiene derecho alguno a gobernar ni se está en la obligacidn de obedecerla.

La Nación.

La Nacion dominicana es la reunión de todos los dominicanos. La Nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra Potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña.

Religión.

La religión predominante en el Estado deberá ser siempre la Católica, Apostólica, sin perjuicio de la libertad de conciencia y tolerancia de cultos y de sociedades no contrarias a la moral pública y caridad evangélica.

El proscripto

Arrojado de mi suelo natal por ese bando parricida que empezando por proscribir a perpetuidad a los fundadores de la República ha concluído por vender al extranjero la Patria, cuya independencia jurara defender a todo trance, he arrastrado durante veinte años la vida nómada del proscripto.

Vuelta a la Patria.

Sonó la hora de la gran traición... y sonó también para mí la hora de la vuelta a la Patria: el Señor allanó mis caminos.

Perseverancia.

No he dejado ni dejaré de trabajar en favor de nuestra santa causa haciendo por ella, como siempre, mas de lo que puedo; y si no he hecho ahora todo lo que debo y he querido, quiero y querré hacer siempre en su obsequio, es porque nunca falta quien desbarate con los pies lo que yo hago con las manos.

Los traidores.

Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctima de sus maquinaciones.

Autoridad El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico...o no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional.

Nacionalismo.

Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda Potencia extranjera o se hunde la isla.

Los proteccionistas.

En Santo Domingo no hay más que un pueblo que desea ser y se ha proclamado independiente de toda potencia extranjera, y una fracción miserable que siempre se ha pronunciado contra esta ley, contra este querer del pueblo dominicano, logrando siempre por medio de sus intrigas y sórdidos manejos adueñarse de la situación y hacer aparecer al pueblo dominicano de un modo distinto de como es en realidad; esa fracción, o mejor diremos esa facción, es y será siempre todo, menos dominicana; así se la ve en nuestra historia, representante de todo partido antinacional y enemigo nato por tanto de todas nuestras revoluciones; y si no, véase ministeriales en tiempo de Boyer y luego rivieristas, y aun no habia sido el 27 de Febrero, cuando se le vió proteccionistas franceses y mas tarde anexionistas americanos y después españoles. Fe patriotica Ahora bién, si me pronuncié dominicano independiente desde el 16 de julio de 1838, cuando los nombre de Patria, Libertad Honor Nacional se hallaban proscriptos como palabras infames, y por ello merecí, en el año de 1843, ser perseguido a muerte por esa facción entonces haitiana, y por Riviére que la protegia, y a quien engañaron; si después, en el año de 1844 me pronuncié contra el Protectorado francés, decidido por esos facciosos, y cesión a esta Potencia de la Peninsula de Samaná mereciendo por ello todos los males que sobre mi han llovido; si después de veinte años de ausencia he vuelto espontaneamente a mi Patria a protestar con las armas en la mano contra la anexión a España llevada a cabo a despecho del voto nacional por la superchería de ese bando traidor y patricida, no es de esperarse que yo deje de protestar, y conmigo todo buen dominicano, cual protesto y protestaré siempre, no digo tan solo contra la anexión de mi Patria a los Estados Unidos, sino a cualquier otra potencia de la tierra, y al mismo tiempo contra cualquier tratado que tienda a menoscabar en lo más mínimo nuestra Independencia Nacional y a cercenar nuestro territorio o cualquiera de los derechos del Pueblo Dominicano.

Causa de la Patria.

Por desesperada que sea la causa de mi Patria, siempre sera la causa del honor y siempre estaré dispuesto a honrar su enseña con mi sangre.

La generación venidera.

El amor de la patria nos hizo contraer compromisos sagrados para con la generación venidera; necesario es cumplirlos, o renunciar a la idea de aparecer ante el tribunal de la Historia con el honor de hombres libres, fieles y perseverantes.

Concordia.

Sensible a la honra que acabáis de hacerme, dispensándome vuestros sufragios para la primera Magistratura del Estado, nada me será más lisonjero que saber corresponder a ella llenando el hueco de vuestras esperanzas, no por la gloria que de ellos me resultaría, sino por la satisfacción de veros, cual lo deseo, libres, felices, independientes y tranquilos, y en perfecta unión y armonía llenar vuestros destinos, cumpliendo religiosamente los deberes que habéis contraído para con DIOS, para con la PATRIA, para con la LIBERTAD y para con vosotros mismos.

Ser justos.

Sed justos lo primero, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; y ser unidos, y así apagaréis la tea de la discordia y venceréis a vuestros enemigos, y la patria será libre y salva. Yo obtendré la mayor recompensa, la única a que aspiro, al veros libres, felices, independientes y tranquilos.

La Política.

La política no es una especulación; es la Ciencia más pura y la mas digna, después de la Fllosofía, de ocupar las inteligencia nobles.

El buen ejemplo.

Lo poco o mucho que hemos podido hacer o hiciéramos aún en obsequio de una Patria que nos es tan cara y tan digna de mejor suerte, no dejará de tener imitadores; y este consuelo nos acompañará en la tumba.

La juventud.

Seguid, jóvenes amigos, dulce esperanza de la patria mía, seguid con tesón y ardor en la hermosa carrera que habéis emprendido y alcanzad la gloria de dar cima a la grandiosa obra de nuestra regeneración. politica, de nuestra independencia nacional, única garantia de las libertades patrias. Dios, Patria y Libertad Seguid, repito, y vuestra gloria no será mejor por cierto que la de aquellos que desde el 16 de julio de 1838 vienen trabajando en tan santa empresa vajo el lema venerable de Dios, Patria y Libertad, que son los principios fundamentales de la República Dominicana.

Dominicanos y haitianos.

Entre los dominicanos y los haitianos no es posible una fusón. E1 pueblo haitiano Yo admiro al pueblo haitiano desde el momento en que, recogiendo las páginas de su historia, lo encuentro luchando desesperadamente contra poderes excesivamente superiores y veo cómo los vence y como sale de la triste condición de esclavo para cons- tituirse en nación libre e independiente. Le reconozco poseedor de dos virtudes eminentes, el amor a la libertad y el valor, pero los dominicanos que en tantas ocasiones han vertido gloriosamente su sangre, ¿lo habrán hecho solo para sellar la afrenta de que en premio de sus sacrificios le otorguen sus dominadores la gracia de besarles la mano?.

Proteccionismo.

Si los españoles tiene su monarquía española, y Francia la suya francesa; si hasta los haitianos han constituído la Republica Haitiana, ¿por qué han de estar los dominicanos sometidos, ya a la Francia, ya a España, ya a los mismos haitianos, sin pensar en constituirse como los demas?.

Demagogia.

Nada hacemos con estar excitando al pueblo y conformamos con esa disposición, sin hacerla servir para un fín positivo, práctico y trascendental.

La Cruz.

No es la cruz el signo del padecimiento: es el símbolo de la redención.

Bien general Puesto que el Gobierno se estableoe para bién general de la asociación y de los asociados, el de la Nación Dominicana es y deberá ser siempre y antes de todo, propio y jamás ni nunca de imposición extraña, bien sea ésta directa, indirecta, próxima o remotamente; es y deberá ser siempre popular en cuanto a su origen; electivo en cuanto al modo de organizarle; representativo en cuanto a su esencia y responsable en cuanto a sus actos.

Justicia

Ninguno podra ser juzgado en causas civiles y criminales por ninguna comisión, sino por el Tribunal competente determinado con anterioridad.

Retorno a la Patria

Si he vuelto a mi patria después de tantos años de ausencia, ha sido para servirla con alma vida y corazón, siendo cual siempre fui, motivo de amor entre todos los verdaderos dominicanos y jamás piedra de escándalo, ni manzana de la discordia.

Las espinas y abrojos que le tocó vivir a JUAN PABLO DUARTE no le impidían que la poesia se anidara en su alma sensible para mitificar su existencia de sufrimientos y angustias. He aqui dos de sus hermosas inspiraciones dignas de

figurar en el parnaso más distinguido.

Unidad de las razas Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchando serenos, unidos y osados, la Patria salvemos de viles tiranos, y al mundo mostremos que somos hermanos.

E1 Martirio

Por la Cruz, por la Patria y su gloria
denodados al campo marchemos:
si nos niega el laurel la victoria,
del martirio la palma alcancemos...

El Esclavo
E1 esclavo soporta su suerte
Aunque oprobia su triste vivir,
Pero el libre prefiere la muerte
A1 oprobio de tal existir.

LA CARTERA DEL PROSCRITO
Cuan triste, largo y cansado,
cuan angustioso camino,
señala el Ente divino
al infeliz desterrado.
Ir por e1 mundo perdido
a merecer su piedad,
en profunda oscuridad
el horizonte sumido.
Que triste es verlo pasar
tan apacible y sereno,
y saber que allí en su seno
es la mansión del pesar.
EI suelo dejar querido
de nuestra infancia testigo,
sin columbrar a un amigo
de quien decir me despido.
Pues cuando en la tempestad
se ve perder la esperanza,
estréllase en la mudanza
la nave de la amistad.
Y andar, andar errabundo,
sin encontrar del camino
el triste fin que el destino
le depare aquí en el mundo.

Y recordar y gemir
por no mirar a su lado,
algún objeto adorado
a quien ¿ te acúerdas? decir.
Llegar a tierra extranjera
sin idea alguna ilusoria,
sin porvenir y sin gloria,
sin penares ni bandera.

SUPLICAS
Si amorosos me vieran tus ojos
acabarían mis penas en bien,
pues quitaras asi de mi sién
la corona que ciñe de abrojos.
Y a mi pecho volvieras la calma
que otro tiempo gozó placentero,
y hoy le niega el destino severo
insensible a las penas del alma.
No le imites, señora, te ruego,
no te cause placer mi amargura,
y al mirar mi acendrada ternura
no me tomes como él el sosiego.
Que no en vano se postra mi amor
a los pies de Ia esquiva beldad;
No me digas !oh no! por piedad
que me tienes tambien en horror.
pues es tal de este amor la vehemencia,
que no obstante el rigor de mi suerte,
yo he jurado por siempre quererte. . .
a pesar de tu cruda inclemencia.




Trabajo enviado por:
Cesar A. Bido P.
9/5/2000
Republica Dominicana
cesarbido@hotmail.com

lunes, 14 de enero de 2008

POSICION DE LA CANCILLERIA DOMINICANA

El canciller dominicano deplora que 'El País' confunda a un prócer con un pandillero


El canciller de la República Dominicana, Carlos Morales, envió una carta de protesta al diario español 'El País' por la publicación, el pasado día 7, de un reportaje en el que se confunde al prócer dominicano Juan Pablo Duarte con el líder de una banda de pandilleros que opera en Madrid.


El canciller dominicano deplora que el país
Morales calificó de 'lástima' que un diario del prestigio profesional de 'El País' desconozca el significado de Duarte para la 'dominicanidad', según un comunicado oficial enviado a Efe.

'Juan Pablo Duarte fue el creador de la nacionalidad dominicana, es nuestro más venerado Padre de la Patria, un dominicano que lo ofrendó todo para lograr la Independencia Nacional, para que la República Dominicana surgiera el 27 de febrero de 1844 en el concierto de las naciones libres del mundo', dijo Morales en su misiva dirigida al director de 'El País', Javier Moreno.

El pasado lunes apareció en el diario español un reportaje, firmado por el periodista José Antonio Hernández, en el que se atribuye a Duarte ser el fundador de una banda de pandilleros que las autoridades españolas identifican como 'Los Trinitarios'.

El alto cargo dominicano precisó que Duarte fundó en 1838 la sociedad secreta 'La Trinitaria', organismo que gestó la lucha por la independencia, lograda el 27 de febrero de 1844.

Morales recordó además que el lema 'Dios, Patria y Libertad' aparece en el escudo de la bandera dominicana, y figuraba en el juramento del grupo liderado por Duarte, los trinitarios, llamados así por ser miembros de La Trinitaria.

El canciller dominicano aclaró de esa manera una parte del artículo de 'El País', que afirma que el eslogan de los miembros de la pandilla 'Los Trinitarios' es idéntico a las palabras contenidas en el escudo dominicano.

'Es una abominable perversión que un grupo de delincuentes callejeros haya asumido el nombre de Los Trinitarios y que adopten lemas o símbolos de colores que tienen una resonancia histórica de orgullo para los dominicanos', aseguró el canciller caribeño.

En la carta, Morales apela a la 'reconocida responsabilidad' periodística de Moreno para que comprenda en qué medida la 'ignorancia' y la 'ligereza' del periodista Hernández han herido la 'sensibilidad patriótica' del pueblo dominicano.

'Es una imperdonable inadvertencia de los correctores y editores (de El País) que aprobaron la nota periodística, donde se ha faltado el respeto a una figura sagrada de la historia política de República Dominicana', considera Morales, al tiempo que precisa de Moreno que sea corregido el error, que, a su juicio, constituye una 'horrorosa' confusión.


TOMADO DE:
Terra Actualidad - EFE

lunes, 7 de enero de 2008

LOS ESPANOLES PISOTEAN EL NOMBRE DE NUESTRO PATRICIO.

El periódico El País, de España, confunde a Juan Pablo Duarte con un pandillero
En un reportaje sobre las bandas latinas que operan en España cita el nombre del fundador de la Patria dominicana como el ideólogo de una banda llamada Trinitarios que opera en la capital española.
Redacción Clave Digital
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Fuente Externa
SANTO DOMINGO, DN/República Dominicana.- En un reportaje sobre bandas latinas que operan en Madrid, el periódico español El País atribuye al patricio dominicano Juan Pablo Duarte ser el fundador de un grupo delincuencial conocido como Trinitarios.

El redactor José Antonio Hernández trata de describir la operatividad de la banda y sus signos y en una de los párrafos del reportaje señala: "Los collares que llevan los Trinitarios están formados por anillos de color verde, azul, blanco y rojo. Son 844 anillos en total, de ahí los 844 palazos con los que castigan a quienes cometen una falta muy grave contra la banda”

Y prosigue: "Si los Latin Kings ensalzan el amor a su rey o padrino, los Trinitarios, cuando se ven en la calle, se saludan con la contraseña "Amor de Patria". "Dios, Patria y Libertad" es su eslogan, en referencia a las ideas que expandió el creador del grupo, el dominicano Juan Pablo Duarte".

La periodista Patricia Mora, corresponsal de Clave y Clave Digital en Barcelona, España, envió una carta de protesta al director de El País, en la que señala el garrafal error del redactor, que constituye una ofensa a los dominicanos. La carta de Mora reza:

Distinguidos señores:

“La mañana del día lunes 7 de enero me dispuse, como hago generalmente desde que vivo en España, a leer su prestigioso diario. Como ciudadana dominicana y como periodista especializada en el tema de la inmigración, me detengo ante el titular "844 palazos por traicionar a los Trinitarios", que aparece en la página 23”.

“Encuentro una nota que ofrece los datos de una sola fuente, en este caso, un informe de la Policía, que ni siquiera incluye un trabajo de campo, ni entrevista a ninguna persona afectada por la supuesta banda, ni mucho menos a algún miembro o conocido de los integrantes”.

“Una nota mal lograda, con varias erratas como "machetes afiliados", entre otros.

Ya resultaba sorprendente que el periodista que firma la nota, Juan Antonio Hernández, no hubiera tenido la curiosidad de buscar en Google el significado del nombre de la supuesta banda, "Los Trinitarios", y darse cuenta de que alude al grupo que fundaron nuestros patriotas previo a la independencia de República Dominicana de Haití, en 1844. Tampoco, que los colores que explica utilizan los miembros como insignia, forman parte de la bandera dominicana”.

“Pero lo que resultó intolerable y altamente ofensivo fue ver la tranquilidad con la que el periodista utiliza el nombre del Padre de la Patria dominicana, Juan Pablo Duarte.

Cito: "Los collares que llevan los Trinitarios están formados por anillos de color verde, azul, blanco y rojo. Son 844 anillos en total, de ahí los 844 palazos con los que castigan a quienes cometen una falta muy grave contra la banda. Si los Latin Kings ensalzan el amor a su rey o padrino, los Trinitarios, cuando se ven en la calle, se saludan con la contraseña "Amor de Patria". "Dios, Patria y Libertad" es su eslogan, en referencia a las ideas que expandió el creador del grupo, el dominicano Juan Pablo Duarte".

Al señor Hernández le informo que "Dios, Patria y Libertad" es la insignia que corona nuestro Escudo Nacional, y que de Juan Pablo Duarte, no es el "creador del grupo" del que habla, sino nuestro Padre de la Patria, fundador de la sociedad secreta "La Trinitaria", cuna ideológica de nuestra Independencia.”

“ Al señor Hernández le informo además que el nombre de Juan Pablo Duarte es sagrado para todos los dominicanos. Ante tal falta de rigor investigativo, y tal muestra de periodismo ligero y absolutamente descuidado, no tengo menos que poner en duda todo el resto de la nota”.

“Espero que la información sirva para evitar que errores tan graves como este, que desdicen de la trayectoria periodística del primer diario de España se repitan”.

Atentamente, Patricia Mora


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* 844 palazos por traicionar a los Trinitarios

Tomado de www.ClaveDigital.com